Pedir a los clientes que paguen las facturas vencidas y los planes de pago es una parte habitual del cobro de deudas que realizan todas las empresas. Sin embargo, conseguir que salden sus cuentas a tiempo sigue siendo un gran reto. Para poner esto en contexto, un informe de Intrum Justitia revela que el 57% de las empresas europeas afirma tener problemas de liquidez debido a la morosidad, y Grecia encabeza la lista (96%).
En la mayoría de los casos, las estrategias de cobro de deudas siguen siendo complejas, ineficaces y anticuadas. En el acelerado mundo digital actual, los clientes exigen flexibilidad, accesibilidad y capacidad de elección. Saldar una deuda tiene que ser fácil e indoloro, no un proceso consistente en cartas desagradables y múltiples llamadas telefónicas a horas inadecuadas del día.
Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial (IA). En los últimos dos años, el cobro de deudas se ha visto alterado por la IA. La IA permite a las empresas utilizar análisis avanzados, ciencia del comportamiento y aprendizaje automático en su beneficio. Permite a las empresas automatizar a la perfección su estrategia de cobro de deudas y reducir el promedio de días de ventas pendientes (DSO).
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