A medida que los efectos del aumento de los costes se extienden hasta 2023, los bancos se enfrentan a una serie de retos. El aumento de los riesgos, el incremento de los costes energéticos y la ralentización de la economía están afectando a la capacidad de los deudores para hacer frente al servicio de sus préstamos, con notables repercusiones en la calidad de los préstamos en numerosos sectores.
En los últimos meses, la Autoridad Bancaria Europea (ABE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra han expresado su preocupación por la posible vulnerabilidad de los préstamos inmobiliarios residenciales, ya que el descenso de la demanda y el prolongado empeoramiento de la situación financiera aumentan aún más el riesgo.
Las siguientes estadísticas subrayan el carácter generalizado de la recesión económica:
- Los préstamos dudosos de la fase 2 aumentaron hasta el 9,5% en toda Europa en 2022
- El valor de los anticipos hipotecarios brutos del Reino Unido en el tercer trimestre de 2022 fue de 85 900 millones de libras, un 17,0% más que en el tercer trimestre de 2021.
- La inflación de los precios de los alimentos en la eurozona en diciembre de 2022 registró un aumento significativo de los precios del azúcar, la leche, el queso y los huevos, los aceites y las grasas, con subidas de hasta el 50% en Hungría.
Morosidad en Europa: aversión al riesgo en un mercado incierto
Si bien las medidas para reducir las exposiciones de los préstamos heredados han dado lugar a una reducción de los ratios de morosidad en toda Europa en los últimos 12 meses, los reguladores han expresado su preocupación por los efectos de la alta inflación en las pequeñas y medianas empresas (PYME) y los hogares. KPMG señala el aumento del 9,5% de los préstamos en fase 2 en 2022 como posible indicador del deterioro de la calidad de los activos en el próximo año.
En consecuencia, el BCE ha subrayado la necesidad de cautela y vigilancia, y ha pedido a los reguladores de la UE que presionen a los bancos para que realicen mejores evaluaciones de las cuentas con antelación. En consecuencia, los bancos tratan ahora de identificar los indicios de dificultades del prestatario y de identificar a los clientes de riesgo en una fase más temprana del proceso de endeudamiento.
Además, los grandes bancos han salvaguardado sus posiciones mediante barreras de liquidez, ya que el aumento de los tipos de interés ofrece protección contra el descenso de la calidad de los activos y las presiones del coste de la vida.
Factores macroeconómicos
A pesar de los esfuerzos de mitigación, los efectos a largo plazo de la crisis financiera y la continuación del conflicto entre Ucrania y Rusia no pueden prevenirse fácilmente. Por este motivo, tanto las instituciones financieras establecidas como los prestamistas digitales se ven obligados a actuar con astucia estratégica y flexibilidad. Ambos grupos de organizaciones están tratando de aprovechar las técnicas de modelización predictiva para comprender mejor las tendencias de los préstamos y aplicar medidas de salvaguardia en medio de la incertidumbre del mercado.
A medida que se cierran las iniciativas de préstamo público inducidas por la coyuntura y los precios de la energía siguen ejerciendo presión sobre empresas y consumidores, parece probable un aumento de la morosidad.
Repercusiones económicas más amplias del conflicto entre Ucrania y Rusia
El encarecimiento del combustible y la disminución de los ingresos reales por la elevada inflación son una consecuencia inevitable tanto para las empresas como para los consumidores. Los drásticos cambios en la disponibilidad y el precio del petróleo han provocado perturbaciones y fuertes aumentos de costes en todos los sectores.
A pesar de las sanciones en curso contra Rusia, la nación sigue siendo un productor de energía clave en todos los mercados mundiales, facilitando el 17% del gas y el 12% de la producción mundial de petróleo en 2019, lo que afecta directamente al precio al que muchas economías importantes compran suministros nacionales y extranjeros de petróleo. Pivotalmente, estos precios han aumentado significativamente desde la invasión y la posterior sanción.
Por si fuera poco, tanto Ucrania como Rusia son grandes exportadores de productos agrícolas, suministran grandes cantidades de cereales y trigo y representan el 80% del suministro mundial de aceite de girasol. Las perturbaciones en la disponibilidad de sus exportaciones agrícolas han afectado enormemente a los precios de los alimentos y perturbado la disponibilidad de productos básicos como el pan y la leche en múltiples regiones.
Una respuesta al aumento del riesgo
Como se ha señalado, los bancos se ven sometidos a una presión cada vez mayor para garantizar que aplican estrategias integrales de gestión del riesgo. En este sentido, el último boletín económico del BCE destacaba la previsión de que la tasa de crecimiento del PIB real mundial (excluida la zona del euro) se ralentizará hasta el 2,6% en 2023. Esto llevará probablemente a un endurecimiento de las normas crediticias y de la oferta de préstamos, para evitar que aumente el riesgo, lo que añadirá más presión a los prestatarios financieramente inseguros.
Pasos para salvaguardar las relaciones económicamente vulnerables
Aunque muchas instituciones financieras establecidas han aplicado medidas de protección para prevenir el riesgo de mercado, la necesidad de un método sólido para analizar el comportamiento de los prestatarios y aprovechar los datos sigue siendo generalizada.
En muchos casos, la transición de las herramientas de cobro heredadas a soluciones nativas en la nube es el primer paso para mejorar la gestión de las cuentas de riesgo. Al aprovechar el uso de la IA y el aprendizaje automático para segmentar los grupos de clientes y adaptar los enfoques de comunicación, se pueden recopilar datos perspicaces y procesables que informen mejor los enfoques de préstamo, aumenten las tasas de recuperación y mejoren la experiencia del cliente.
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